SER MUJER EN COCHABAMBA
x Victoria Aldunate*
El día en que una joven se negó al acoso
sexual de un compañero de trabajo, los demás trabajadores de su oficina, todos
varones, decidieron hacerle la ley del hielo, ignorarla, no hablarle más…
…Un pacto machista común y corriente, un hecho
invisibilizado y escasamente denunciado que, descubrimos, es sólo una de las
maneras en que se silencia cotidianamente a las mujeres para que no denuncien
los abusos sexuales que sufren… Algo así como una política de relación
masculina en que se protegen unos a otros y cuyo objetivo es la impunidad.
Varias mujeres jóvenes de Cochabamba aceptaron
darnos su testimonio de manera anónima*, la experiencia que da inicio a este
reportaje es la de Sara, una secretaria de 26 años de la ciudad de Cochabamba.
Ella relató: “En la oficina en que trabajaba, yo era la única mujer y la más
joven de todos. Había un tipo que todo el tiempo venía por detrás de mi silla y
me comenzaba a tocar los hombros de una manera que no me gustaba… Yo no era ni
siquiera su amiga… Reconozco que el primer tiempo aguantaba porque me daba
vergüenza enfrentarlo, pero un día exploté y le dije que estaba cansada de eso.
Se lo dije delante de los demás. El tipo se hizo el ofendido y los otros
callaron. Al otro día, ninguno me dirigió la palabra”.
Sara constató que negarse al abuso masculino trae
represalias de parte del agresor y también de los demás varones que
contemplando se hacen parte del mismo abuso -ejecutado por uno y gozado por
todos-. Otras entrevistadas que sufrieron daño físico general y en particular
ataques sexuales, revelan que...
FUENTE: KAOS EN LA RED
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